lunes, 4 de julio de 2022

Sin nada

 No voy a hacer nada con mi vida porque, por lo pronto, no sé todavía quien soy, estoy siendo edificado a cada instante y dudo que deje de ser así en algún momento, por tanto, no hay ningún “yo” que pueda hacer algo con su existencia. Tampoco sé muy bien qué es “mi vida” ¿Un segmento temporal en el espacio? No puedo tocar tal segmento, sólo puedo imaginarlo, así que asumo que no es más que un pensamiento, y sé que “mi vida” no puede ser un pensamiento. Por otro lado, no comprendo del todo qué es “hacer algo” ¿Establecer una planificación? ¿Creer en una conformación de los aspectos relevantes de mi personalidad a partir de las acciones que lleve a cabo? ¿Sacarme un título? ¿Recorrer innumerables caminos? ¿Memorizar la tabla periódica? Un humano se esfuerza en hacer ciertas cosas que a otros humanos les parecen importantes, y el humano consigue superar los requisitos impuestos por otros humanos para conseguir un papel (redactado por humanos) en el que se afirma que el humano sabe hacer ésta u otra cosa. De tal modo que el humano ahora es un humano que sabe hacer cosas, y esas cosas que sabe hacer conforman su identidad, él cree que ahora es “esas cosas”; peluquero, periodista, poeta… No, “yo” no voy a hacer nada con mi vida, la vida fluye a través del tiempo que se me ha ofrecido, y procuro abrirme a que la acción emerja espontánea ya que, la incertidumbre es un hecho irrevocable, así como la seguridad un idilio sin fundamento.
Hoy, sigo sin nada, tal como vine al mundo y tal y como me iré. Cada vez más lejos del tedioso juego de las etiquetas.

1 comentario:

  1. Por favor, no dejes de escribir y compartir lo que escribes. Me encanta leerte en voz alta. Gracias.

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