viernes, 15 de marzo de 2013

La idea (cuento) (6ª parte (de 6))

Parte 6: Final

Él observó su obra durante unos segundos, anónima para la humanidad. Luego respiró profundamente, mostró una pequeña sonrisa y nos fuimos a casa. Por el camino, las mujeres y los hombres se abrazaban y dirigían su esfuerzo por un mismo cauce. Esa noche, mientras escribíamos poesía, escuchamos trabajar a la humanidad y creo recordar que fue la noche más larga de cuantas he vivido.
En el último instante, antes de que saliese el sol, él quiso hablarme del filósofo griego Platón, a pesar de que nunca le había oído decir nada bueno sobre este individuo, esta vez parecía que le iba a tomar en serio. En todo caso, yo podía tomar en serio a Platón, pero no a él, puesto que ya llevaba unas cuantas copas de más; acostumbraba a maltratar así su cuerpo cada vez que conseguía el resultado esperado con alguna de sus obras. Por todo esto, no hice demasiado caso a sus palabras. Me dijo que según Platón, yo era inmortal, que estaba aquí, en el mundo, de paso, y que pronto habría de irme a otro lugar, allí donde la realidad no es un sueño. Continuó diciéndome que no tratase de aferrarme a él cuando ya no pudiese moverse, que huyera, que me fuera del mundo y buscase otro compañero en el que arrojar la fuerza y la sabiduría. Finalmente, me dijo que no quería ofenderme, pero que debía irme, que había llegado el momento de mi libertad y que no era justo seguir reteniéndome en su cuerpo viejo y desgastado.
Por la mañana temprano, su cuerpo dejó de moverse y no pudo ver como el mundo había cambiado, como la humanidad poseía otro brillo y como la idea, de la que no recuerdo apenas sus principios, se estaba reproduciendo en el comportamiento de lo que, a mi parecer, era una nueva evolución de la especie humana.
Después de una serie de aburridos protocolos que duraron demasiado, llevaron su cuerpo al cementerio y en ningún momento le abandoné, pues no había quién le conociese mejor que yo y no podía confiar en que fuesen a darle un buen trato, así que, para asegurarme, me mantuve a su lado en todo momento.
Ahora, frente a su tumba, observando a los familiares que de vez en cuando aparecen y también a ella que como yo, sabe quién fue el poeta de la idea, recuerdo su historia sumamente anónima, sumamente trascendente, y no sé si encontraré a otros individuos de su talla, y no sé si la talla es sólo suya o si requieren mi ayuda para darla. Creo que ha llegado el momento de irme de este lugar tan lúgubre, buscaré a otro; otro poeta.

4 comentarios:

  1. http://ratasanarkas.blogspot.com.es/2013/04/porque-he-robado-de-jacob.html

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  2. http://ratasanarkas.blogspot.com.es/2011/12/siencio-en-el-monteejecutadx.html

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  3. te has puesto a pensar por qué lanzaste el tema "El anarquista" primero?, no pensaste que sería muy fuerte para el ollente?, o esa fué tu intención?. disculpa por preguntar por aquí. ojalá respondas!

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    1. Esa canciónla compuse cuando tenía 14 años, a día de hoy no me gusta nada como expreso ahí lo que quería decir y su publicación no responde a ninguna estrategia, era simplemente la canción que había compuesto en ese momento y la quería compratir. No elimino ninguna de mis canciones antiguas porque creo que es importante que se aprecie la trayectoria del pensamiento, que se vea la evolución si es que existe alguna, pero, obviamente, según pasa el tiempo me voy desencantando con muchos de los planteamientos que manejaba hace años.

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