En principio, los curas y las
monjas del catolicismo no suelen tener hijos, no suelen y no deben, según sus
leyes religiosas. No se reproducen, pero a pesar de ello, siguen existiendo
curas y monjas en la actualidad ¿No es extraño? Imaginaros que dichos religiosos
pertenecieran a una especie animal diferente a la humanidad ¿Cómo podrían
sobrevivir sin la reproducción? Es obvio que sería imposible. Pues bien, el
hecho de que los curas y las monjas sigan existiendo hoy día a pesar de que no
se reproduzcan, nos demuestra que el asesinato masivo de seres humanos por sus
creencias o sus conductas, no termina con la existencia de seres humanos con esas
mismas creencias y conductas. En otras palabras: El exterminio completo de los
curas y las monjas que habitan actualmente el planeta, no conllevará el fin de
la religión católica ni el fin de la existencia de curas y monjas. Del mismo
modo, aunque acabásemos con todas aquellas personas que parecen ser egoístas,
el egoísmo seguiría existiendo o renaciendo. La paz (aunque a algunos les
rechine esta palabra) no se obtiene jamás a través de la guerra. Lo que sucede
después de la guerra no es la paz. La gran secuela de la guerra es el dolor
colectivo, un dolor aún más terrible que la misma guerra.
Puede que no os interese la paz
(a mí me interesa mucho), de ser así, es evidente que estas palabras no son
para vosotros. Estas palabras son concretamente para quienes buscan un fin
(diferente a la guerra), y aún más para quienes pretenden alcanzar ese fin
utilizando la violencia. Estas palabras no son para que quienes son atacados no
se defiendan, pero tampoco son para quienes siempre se sienten atacados y
necesitan justificar su violencia.
Hablemos pues de los fines. La
libertad suele ser un fin bastante disputado, pero no habrá libertad si la
libertad no es ahora contigo. O se es libre o no se es libre y si esto no se
comprende, no se es libre, aunque irremediablemente lo seamos. Eres libre, pero
la imagen que has creado de que no eres libre te hace preso. Y por favor, que
nadie se confunda, no hablo de la libertad “material”, esa que busca quien está
encerrado en una celda, hablo de la libertad “filosófica”, esa por la que todas
o casi todas las ideologías han afirmado luchar, esa de la que todos los grupos
religiosos y políticos se abanderan. Buscar un fin, ya sea la libertad, la paz
o cualquier palabra de estas que por desgracia actualmente se encuentran vacías
de significado, nos exige planear un camino o una estrategia para alcanzarlo y
yo encuentro un problema en este planeamiento, ya que creo que proyectar un fin
es, irremediablemente, construir una imagen mental a través del pensamiento y
la imaginación, un producto irreal, ya que el futuro es completamente
desconocido, el futuro ni siquiera existe. Este planeamiento nos obliga también
a elaborar estrategias para alcanzar la irrealidad que proyectamos y lo más
lamentable es encontrar en la violencia la herramienta ideal para alcanzar esa
irrealidad cuando lo único real que conocemos es el instante en el que vivimos,
el cual, si lo llenamos de violencia, sólo lo colmamos de una realidad de guerra
mientras vivimos en la imagen irreal de lo que llegará después de la batalla,
pero esa imagen, repito, es falsa, no va a llegar la libertad ni va a llegar la
paz, porque están aquí y ahora para que te hagas consciente de ellas.
Podemos seguir viviendo en la
irrealidad de las imágenes del pensamiento y seguir justificando nuestros actos
demenciales o aceptar la realidad y trabajar con nosotros mismos para no
causarnos dolor, para emanar hacia la realidad presente y espontáneamente los
valores en los que creemos siendo alimentados por ellos al mismo tiempo que los
compartimos. No hay que olvidar que lo que es, es lo que es y no es lo que
será, pues lo que será, será cuando llegue el momento de serlo. Dudo mucho de
nuestra capacidad de remodelar el futuro si seguimos justificando la
destrucción de nuestro presente para construir ese futuro. Solamente hablar del
futuro es ya una falacia de mal gusto.
he estado todo el dia leyendo ese mes de tu vida.
ResponderEliminarsabia que al terminar decidiría escribirte.
creo que al leerte me siento parte de un sentimiento universal.
es que todos a cierta edad nos sentimos cansados de todo?
a veces pienso que puede haber mas allá de estos días agobiantes,
si llegara algún momento en el que me sienta conforme
con lo que sucede en mi entorno...
aun sin conocerte, sin coincidir en
espacio terrenal, lo que siento a través de tus escritos
es que compartimos un espacio
"espiritual" propio de nuestra generación.
se me hace increíble pensar que a tal distancia
exista alguien con una experiencia de vida,
distinta a la mia, pensando cosas similares...
será que nuestras vidas, realmente no son tan distintas?
"fucking globalización" - no?
un amigo mio que es profesor de historia siempre canta tus canciones
se las canta a sus alumnos y las pone en sus clases.
no se si eso te ponga contento...
Pienso que las expresiones humanas, las expresiones de ideas, las artes...
siempre están a un paso de convertirse en ideologías, y luego las comunidades que aceptan esas doctrinas, guiados por un líder o varios, crean en base a ese pensamiento una doctrina, una forma de vida. y eso esta lejos de lo que pienso es la libertad...
hay veces en que odio las palabras y todas las formas de expresiones humanas.
hay veces que odio todo lo humano. me odio a mi misma por serlo,
no tiene sentido que las abejas fabriquen miel y no la consuman, sino nosotros.
Entonces, qué sentido tiene nuestro trabajo y quien realmente se lleva nuestra miel?
Me has abierto una puerta a nuevas meditaciones, gracias por mostrarme tu espacio mental.
un abrazo de hermandad desde el sur de América.
repeti la palabra doctrina... cambia la primera por ideología.
ResponderEliminarah... y esta fue la entrada que no lei, porque aca ya es muy tarde, me duele la cabeza y se me ha calentado el cerebro.
ResponderEliminarbuenas noches los pastores.