domingo, 24 de octubre de 2021

No soy por lo que he sido

 Hoy, no me creo nada de lo que me creo. Sé que lo que hiciste no es lo que recuerdo. Hoy, todo lo que he sido sé que no soy yo. No, yo no soy el fruto de mis actos, soy, en todo caso, una interpretación de mí mismo basada en el significado que concluyo del recuerdo de lo que ahora imagino que fueron mis actos. Mas no ahora, porque hoy, ya no creo en el pasado.
Soy mientras “ocurro", nunca pude ser lo mismo en dos instantes, nadie ha sido nunca ahora lo que ha sido hace un momento. Procuramos ser una especie de producto lógico derivado de las experiencias que acumulamos en el presente-pasado, y para ello inventamos un resultado que intuimos congruente en el presente-presente. Nos creemos nuestras conclusiones y justificamos así, frente a los otros y hacia nosotros mismos, lo que llamamos “nuestra personalidad”.
No residen los matices que nos diferencian en la imagen de la que nos convencemos, esa imagen particular se forja a partir de la forma que tenemos de interpretar nuestro pasado. Y la forma que cada cual tiene de interpretarse, nace de la particularidad esencial de cada uno, que no se fundamenta en el tiempo.
No hay una concatenación matemática entre la causa y el efecto. Cada milésima de segundo genera un nuevo universo infinito en el marco de la existencia.
Así experimento hoy día mi ser, y desde aquí percibo en plenitud la libertad, no ofrezco autoridad al pensamiento que se asienta en la asunción de una perspectiva lineal del tiempo. Soy lo que estoy siendo ahora, y nada más. La consciencia de ello ofrece calma y albedrío a mi cuerpo-espíritu.

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