miércoles, 25 de octubre de 2017

Subir a los árboles

Subir a los árboles, andar en las nubes, tocar las estrellas, trepar más allá del espacio infinito, que no importe el acto, perder la cabeza, llevar la contraria, soñar sin descanso, saber que detrás del silencio hay un manto tejido de gritos. Amar sin remedio, partir al abismo, dejarse caer, levantarse de nuevo, romper a llorar, echarse a reír, morir de placer, vivir de gozar, errar, sentir, cansarse, seguir, destruir, construir, arremeter con lanza y espada, dignificar el tiempo y el espacio bajo acciones delirantes, mantenerse distante, arrimarse si place, zarpar al crepúsculo, perseguir el sol. Reventar de pasión, entender, confundir, aceptar, conversar, enfadarse, luchar, comer lo que quieras, o quizá pasar hambre, y ser mujer, y ser hombre, ser pez o caballo, lavarse los dientes, decir lo que sientes, comprender el absurdo, reírse del mundo, que no importe nada, que nada no exista, que el hecho de andar en el filo no quiebre tu risa, que siendo consciente de todo no pierdas por nada tu hermosa locura, procura o no pienses, da igual ¡No hagas planes! ¡Pamplinas! ¡Planea! sobre las cometas, no metas la pata, rescata tu aliento, lo siento, la vida es un cuento, tal vez, un momento, imperfecto. Pese a que no te interese, cuando nunca regreses, tus pasos se verán suspendidos, flotando cual pluma de cuervo, cayendo lentamente sobre la superficie lunar. Mas es la vida, así que todo y más, sin más, será. Mañana tal vez no amanezca.

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