Ahora no lo tienes delante, ahora
no deberías sufrirlo, no pienses en él y cuando se presente, trata de
solucionarlo, pero ahora no, porque ahora no puedes hacer nada, únicamente
puedes alargar tu sufrimiento, hacerlo más fuerte, así que mejor no pienses en
él, no le des más vueltas. Por tu propia culpa existe cuando no existe.
Poniendo de tu parte sabrás que quizás mañana exista, aunque no tiene porqué, y
que lo que es seguro es que hoy no existe como tal ¿Para qué vas a seguir
pensando en él?
Ellos no pueden ser ni el motor
de tu vida ni la medida de tu estado de ánimo, ellos se hacen grandes y
poderosos cuando dejas que invadan tu imaginación, pero sólo tienen vida en
instantes cortos y espontáneos, y es en esos instantes cuando debes prestar
atención absoluta a lo que acontece para tomar las decisiones oportunas que te
aparten de ellos. No tiene sentido cargar con un peso que aún no pesa ¿Dejaste
de viajar porque sabías que tendrías que cargar con la mochila? Quizás tengan
ansias por nacer y se aprovechan de nuestra buena fe para colarse en nuestra
mente antes de tiempo, por eso ya te pesa la mochila a pesar de que todavía no
la llevas puesta, por eso ya estás cansado de las horas en el tren a pesar de
que éste aún no ha partido.
Los problemas nos duelen y nos
pesan siempre antes de tiempo, cuando todavía no han nacido ya les estamos
meciendo en la cuna. Tenemos un problema con los problemas. Los problemas
aparecen de repente, y es en el momento en que aparecen cuando hay que actuar,
antes o después no vale de nada. Hay días enteros que me los paso pensando en
lo que ocurrirá mañana, en los problemas que surgirán allá donde tenga que ir,
y poco a poco voy notando como esos problemas comienzan a cobrar importancia,
cada vez más, y llega un momento en que lo invaden todo, un momento en el que
no hay otro pensamiento que aquel que gira en torno a los supuestos problemas
que voy a sufrir. Con lo cual, el problema de mañana no está siendo solucionado
y en su lugar estoy obteniendo un problema hoy mismo. El problema de hoy se
estira y se estira, el problema de mañana contribuye al estiramiento y yo,
inconsciente, perpetúo la situación. Llega la noche y me siento abrumado ante
tantas horas perdidas, ahora el problema de mañana está más cerca, lo cual me
lleva a hacer aún más potente el problema de ahora que es el engendro del
problema de mañana que, para colmo, no existe y no es absolutamente seguro que
vaya a existir porque “vaya a usted a saber si mañana amanece”, es decir, que
el problema de ahora, que es el único problema real, ha surgido a partir de un
problema que no existe y que es producto de mi imaginación, de mi predicción.
Esto quiere decir que si mañana llego a tener problemas, habré perdido todo el
día de hoy a causa de los problemas y además también perderé el día de mañana
¿Tengo entonces un problema o no? ¿Y tú? ¿Tienes algún
problema?
No hay comentarios:
Publicar un comentario