Ella

"Mi nombre, tu nombre, cualquier nombre de cualquier cosa, no tiene ninguna importancia, tampoco importa a qué te dedicas ni dónde vives, nada de eso es tu identidad. Ha muerto demasiada gente por identificar su ser con falsos símbolos.
Lo que tú crees que es tu vida no es tu vida, nada de lo que tienes es tuyo si no comprendes que cualquier cosa pertenece a todo y hasta que no te percates de que tú le perteneces a todo, nada de lo que forma parte de todo podrá ser tuyo.
No eres tu vida, eres la vida. Olvida quien eres e intenta ser, tu identidad no tiene pasado, no entiende las palabras, no comprende los colores ni sabe leer un pentagrama, tu identidad únicamente comprende la realidad que señalan esos símbolos, pero jamás los símbolos. Ella baila desenfrenadamente en el núcleo de la belleza y vive sólo en el instante porque el instante es el hogar de las cosas que existen.
Todo lo demás es basura, residuos contaminantes que nublan la esencia de lo que eres, así que, por favor, no pierdas más el tiempo preguntándome de dónde vengo, cómo me llamo o cuál es mi oficio y tampoco consideres la necesidad de explicarme quién crees que eres tú porque sé muy bien quien eres y, desde luego, no eres aquel quien dices ser.
Si algún día entiendes todo esto, podrás amarme y no tendré ningún reparo en ofrecerte mi cuerpo porque yo también te amaré –concluyó la muerte."